Le dejó 100 millones de euros de herencia a su última pareja, la diputada Marta Fascina, otros 100 para su hermano Paolo y 30 más para un amigo, Marcello Dell'Utri, cofundador de Forza Italia, su partido político, y decidió repartir entre cuatro de sus cinco hijos el grupo Fininvest, con inversiones en bancos, fútbol y entretenimiento.