Dávilar ratificó la acusación inicial al afirmar que todos los imputados tuvieron una participación activa en el crimen de Fernando. Previamente, García afirmó que los rugbiers atacaron "por sorpresa, a traición, sin que tuviera ninguna posibilidad de defenderse" a la víctima y encuadró el delito en la figura de "homicidio doblemente agravado por alevosía".