La decisión fue adoptada por el Tribunal Oral de Menores (TOM) 2 y benefició a las últimas cinco personas juzgadas por el caso que, si bien actualmente son mayores de edad, tenían menos de 18 años al momento del hecho. El adolescente fue asesinado en abril de 2006 a causa de un golpe en la cabeza tras ser atacado por la patota.