Tras un aumento de tensiones provocado por nuevas reglas administrativas y fronterizas, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, se entrevistó por separado con el primer ministro kosovar, Albin Kurti, y con el presidente serbio, Aleksandar Vucic, en busca de "avanzar hacia una normalización completa" de la relación bilateral.