El 6 de diciembre, y en un fallo que dio por probado el delito de administración fraudulenta, el Tribunal dio a conocer su veredicto: los jueces condenaron a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos. A partir de que se conozcan los fundamentos comenzará el proceso de apelaciones, con plazos que no pueden estimarse.